miércoles, 18 de abril de 2012

Actividad física en embarazo

Hace tiempo, recibí un correo de una seguidora preguntándome por ciertos problemas post embarazo que tuvo, en concreto, flacidez abdominal. Eso me llevo a pensar en publicar una entrada que hablara de la actividad física en el embarazo. Desde entonces, recopilé información para publicar la entrada que ahora podréis leer. Espero que os sirva.
Y es que en los últimos años en los países desarrollados de nuestro entorno, la mujer se incorpora a un mayor número de tareas donde la actividad física, el ejercicio físico y el deporte están presentes. La mujer constituye una fuerza de trabajo real, participa en actividades de ocio más intensas y se implican en deportes de competición. En estas circunstancias las mujeres, no como una elección sino muchas veces como una obligación tienen que compatibilizar las funciones de su ida, incluida lar reproductora, con la actividad, el ejercicio físico y el deporte.


Adaptaciones fisiológicas: embarazo/ejercicio
El embarazo se considera una de las etapas fisiológicas en la que una mujer sufre  mayor número de cambios y adaptaciones para afrontar el estrés que supone la gestación. Las adaptaciones, que afectan a la mayor parte de los sistemas orgánicos y funcionales (metabólico, hormonal, cardiovascular, respiratorio) tienen como objetivo principal en mantenimiento de la homeostasis materno fetal.
Cuando una embarazada realiza actividad, ejercicio físico o deporte, incrementa habitualmente sus demandas energéticas. La energía necesaria, determinada por el tipo, la intensidad y duración del ejercicio es proporcionada fundamentalmente por oxidación de hidratos de carbono y grasas. Esto exige la activación de los sistemas hormonales y Porta-Oxigeno que generan adaptaciones específicas en los sistemas cardiovasculares, respiratorio, sanguíneo y muscular, entre otros.

Adaptaciones metabolicas
Como consecuencia del embarazo y debido fundamentalmente al aumento de peso materno, a la mayor demanda metabólica de la unidad útero placentaria y al mayor trabajo muscular respiratorio de la madre se produce un aumento en el gasto energético basa de la madre. Si además realiza actividad física,el gasto derivado del mismo es superior al de una mujer no embarazada, especialmente en las actividades donde desplaza su peso, en aquellas que requiera balance, equilibrio, control postural, estabilidad, y en las que exigen esfuerzo añadido para compensar el cambio del centro de gravedad o de la posición de la columna.
Como consecuencia del incremento den el gasto energético derivado del propio embarazo y/o ejercicio se genera un aumento en la demanda calórica de la mujer gestante que realiza ejercicio. A partir de la 13 semana de gestación, al embarazo se le atribuyen unas 300 kcal extra. Este aporte extra, precisa de un aporte extra de calorías en forma de CHO. Ahora bien, con respecto al metabolismo del CHO, la embarazada sufre un proceso compensatorio, en el cual puede ser fisiológico, pero superado ciertos límites puede convertirse en patológico ocasionando una diabetes gestional.

Adaptaciones respiratorias.
En reposo, a medida que aumenta la edad gestacional se producen incrementos de la ventilación que pueden alcanzar el 21% al final del segundo trimestre o el 50% al final del tercero. Estos incrementos ventilatorios son indirectamente proporcionales a la carga de trabajo siendo más significativos en bajas cargas y reduciéndose en las cargas superiores.
Durante los ejercicios a intensidad ligera, el aumento de la ventilación se relaciona linealmente con el incremento del VO2, alcanza mejoras del 23-26%, se hace más acusado con la edad gestacional , y llega a incrementos del 29% al final del tercer trimestre.
En ejercicios moderados, ni a nivel de umbral aeróbico, ni anaeróbico, se han demostrado cambios significativos de la ventilación. 
En los ejercicios intensos/máximos, aunque no hay muchos datos, los existentes son contradictorios: incrementos del 7-11% o ausencia de cambios en la ventilación, con respecto a las mujeres no embarazadas.

Adaptaciones cardiovasculares
Para hacer frente a las necesidades nutricionales, metabólicas y de oxigenación, la embarazada inicia en las primeras etapas de la gestación una serie de adaptaciones cardiovirculatorias que se van completando conforme avanza la gestación.
Durante la gestación, la presión arterial sufre variaciones a lo largo de todo el ciclo gestacional. Una embarazada sana, no complicada, mantiene las cifras pre-embarazo durante el primer trimestre, desciende unos 5,10mmHg durante el segundo trimestre y recupera los valores previos durante el tercer trimestre. Estos cambios se justifican por los del gasto cardíaco, ya descritos, y por las modificaciones en la resistencia periférica, consecuencia de los cambios vasculares.
Para garantizar un aporte de nutrientes y oxígeno a los tejidos más activos, además de los cambios en el gasto cardíaco y en la presión arterial, en la mujer gestante, especialmente si realiza ejercicio, se producen fenómenos de redistribución vascular hacia las zonas de mayor demanda.
Cuando un feto sufre hipoxia, normalmente responde con elevación de su FC. Durante el ejercicio materno, la mayoría de los fetos representan un aumento de la FC y tan solo un pequeño porcentaje  puede mostrar por reacción vagal una braquicardia. Esto hace pensar que el ejercicio materno puede provocar hipoxia en el feto.

Adaptaciones musculo-esqueléticas
A lo largo del embarazo, se producen una serie de alteraciones estructurales, como el incremento de peso (8-10 Kg) y el crecimiento y cambio de posición del útero, que provocan sobrecarga articular (cadera y rodilla), hiperlordosis, molestias posturales, dolor lumbar y cambios en el centro de gravedad que alteran el balance y equilibrio, aumentando el riesgo de caídas, lesiones y daño estructural (artrosis, etc).
Además, como consecuencia del influjo estrogénico y debido al aumento de relaxina (liberada en el primer trimestre del embarazo) las partes blandas sufren laxitud, contribuyendo a la inestabilidad y al mayor riesgo de lesiones y caídas.

Termorregulación
En reposo, la temperatura del feto suele presentar valores entre 0,5-1ºC superiores de la madre. En una embarazada que realiza ejercicio  aeróbico moderado, se producen incrementos continuos de la temperatura, que alcanzan su techo a los 30 minutos con un diferencial de 1,5ºC. A partir de ese momento la temperatura se estabiliza merced a los mecanismo de compensación habituales, radiación, convección, conducción y evaporación.
En situaciones de estrés, una mujer embarazada que realiza ejercicio o deporte puede sobrepasar la capacidad de sus mecanismos compensadores y sufrir incrementos de temperatura en su cuerpo y en el del feto que lleva dentro. Como está demostrado que aumentos de la temperatura fetal superiores a 1,5ºC o temperaturas maternas superiores a 39ºC provocan malformaciones fetales,el ejercicio podría convertirse en un factor teratogénico por este mecanismo.

Valoración de la embarazada para el ejercicio.
El mensaje de la prescripción de ejercicio en una mujer gestante no es: "la mujer debe ejecitarse obligatoriamente durante el embarazo", sino "la mujer podría beneficiarse del ejercicio durante el embarazo.
Antes de prescribir ejercicio a cualquier embarazada, es indispensable cribar en la presencia de factores de riesgo clínicos y obstrétricos, establecer el nivel de condición física y  descartar la presencia de contraindicaciones para la práctica del ejercicio prescrito.

Contraindicaciones para el ejercicio durante el embarazo

Absolutas
Relativas
Enfermedad cardiaca hemodinámicamente significativa.
Enfermedad pulmonaria restrictiva.
Cérvix incompetente
Gestación múltiple con riesgo de prematuridad.
Sangrado persistente 2º o 3er trimestre.
Parto prematuro
Ruptura de membranas
HTA inducida por embarazo
Anemia severa.
Arritmia cardiaca materna no valorada.
Bronquitos crónica
Obesidad mórbida.
Vida extremadamente sedentaria.
Restricción crecimiento intrauterino embarazo actual.
HTA mal controlada
Limitaciones ortopédicas
Enfermedad comicial mal controlada
Enfermedad tiroidea mal controlada
Fumadora excesiva


Signos de alarma durante la práctica del ejercicio en la embarazada. Obligan al abandono y consulta con el especialista correspondiente.


Signos y Síntomas de alarma
Sangrado de la vagina.
Disnea sin ejercicio máximo.
Vértigo.
Cefalea.
Dolor torácico.
Debilidad muscular.
Datos tromboflebitis (descartar).
Parto pretérmino.
Reducción de los movimientos fetales.
Goteo de líquido amniótico.

Antes de acabar, decir que existe un documento que debería ser relleno por cualquier usuario que queira practicar deporte y esté embarazada. Este documento se llama Physical Activity Readiness Medical Examination for Pregnancy y lo podéis encontrar en el siguiente enlace:  http://api.ning.com/files/4c*H63iTx*N8e6F3GiBj*oxxiye2xARK0BaloZC7HILeJBKQ6pbXwAC8zaJaDOglaPElilCI5nh12g57gW0ejC7WmgoT68qu/PARMED_X.PDF 


Bibliografía consultada
López-Silvarrey Varela F.J. Embarazo y ejercicio. Adaptaciones fisiológicas, valoración y prescripción del ejercicio durante el embarazo. Escuela medicina de la Educación Física y el Deporte. Universidad complutense de Madrid.

3 comentarios:

  1. uo que pasada jaja le das a comentar y te sale toda la entrada completa que guay !!! ya vote de paso. Espero que esta entrada le sirva a las chicas que esten embarazadas.
    besos

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  2. Jiji para eso lo publiqué.Me dio la idea una chica que tu conoces jijij. Desde aqui la mando un beso xd

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  3. Esta entrada esta muy bien y muy útil, aparte el ejercicio en la gestación te hacer sentirte menos pesada!! Yo tuve un embarazo de reposo absoluto por amenaza de aborto desde la semana 9 hasta la semana 32,casi hasta la recta final, tenia riesgo de desprendimiento de placenta,lo cual causaría un aborto y serios problemas para mi!! pero recuerdo q cuando salí del riesgo,daba paseos ligeros y q bien me sentía..........pero todo salio genial,aquí tengo a mi terremoto de 3años!!!
    Gracias por tus sabios consejos!!!

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